Los lubricantes en forma de grasa son elementos esenciales en muchos sectores industriales, ya que contribuyen al buen funcionamiento y la durabilidad de la maquinaria y los equipos. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta el impacto medioambiental de estos productos, sobre todo a la hora de elegir los ingredientes básicos.
Pero ¿sabía que el 70% de estas grasas se basan en jabón de litio?
Extracción intensiva de litio
El litio necesario para fabricar estas grasas procede principalmente de regiones remotas como Chile, Argentina y Bolivia, formando lo que comúnmente se conoce como el "triángulo del litio". Estas regiones albergan más del 80% de las reservas mundiales de litio. Sin embargo, la extracción intensiva de este mineral en estos áridos desiertos está poniendo en peligro ecosistemas frágiles y comprometiendo el acceso al agua de las poblaciones locales.
Además, una vez que el litio se ha extraído y transportado hasta nuestras costas, su transformación en lubricante requiere una importante manipulación química, incluido el calentamiento a altas temperaturas de hasta 200°C. A pesar de estos procesos, el jabón de litio tiene poca resistencia a la corrosión, lo que lo hace menos fiable en determinadas condiciones. El litio también se utiliza en baterías, cuyo mercado es cada vez más restringido.
Para compensar esta fragilidad, el litio se mezcla a menudo con calcio para mejorar sus propiedades. Sin embargo, esta solución es menos eficaz que otras tecnologías más modernas, sobre todo en términos de resistencia a la carga.
¿Qué alternativa?
Para actuar de forma responsable con el medio ambiente, debemos optar por alternativas sostenibles. Una solución prometedora es el uso de grasas a base de calcio (calcio anhidro o sulfonato de calcio), un compuesto derivado de roca natural abundante, sobre todo en Francia. Esta alternativa ofrece una serie de ventajas: reduce la dependencia de los recursos extraídos de regiones lejanas, minimiza la huella de carbono asociada al transporte y ofrece un rendimiento de lubricación equivalente o incluso superior.
IPC ha optado por no desarrollar grasas a base de litio. Actuar en favor del planeta también significa adoptar una postura contraria a las prácticas que comprometen su equilibrio. Nos negamos a contribuir a la degradación de los ecosistemas y a la sobreexplotación de los recursos naturales.
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Si adopta un enfoque proactivo y reflexivo, no sólo podrá reducir el impacto medioambiental de sus operaciones, sino también mejorar la eficacia y la durabilidad de sus equipos.
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Además, podrá reducir su consumo de energía.
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